Un fin de año en Colatlán, primera de dos partes

Tómese como receta
si ánimos quiere cobrar
váyase pa´la Huasteca
y ponga el alma a celebrar.

Con el ánimo encendido
nos fuimos a Colatlán
a gozar como es debido
el huapango del lugar.

Así es, como receta médica, para curar los ánimos, cargar las pilas, para cerrar el año con gusto había que decidirse a salir a la Huasteca. Así que la tarde del jueves 27 de diciembre salimos de Pachuca rumbo a Calnali, (la geografía política no consideran a Calnali como parte de la Huasteca, lo mismo sucede con San Bartolo Tutotepec y Huehuetla, pero les aseguro que sí es territorio huasteco y los pobladores buscan que se le reconozca como tal), ahí se nos hizo de noche y pudimos descansar en la Quinta la Palapa ; un naranjal que tiene unas cómodas cabañas y una hermosa vista del río y de la emblemática peña denominada "La Aguja"; lugar en donde el Lic. Jesús Oviedo, dueño del lugar y promotor de la cultura huasteca, nos brindó todas las atenciones, incluida la recomendación de ir a desayunar con Doña Güina, ya se imaginarán, una rica cecina y sus respectivas enchiladas. Otro lugar para comer en Calnali es el restaurante La Jarochita, en donde también se elabora el típico pan calnalense.

Quinta la Palapa en Calnali






























Curiosa foto que el Lic. Oviedo posee, una banda de los años 30


Al día siguiente bajo un fresco clima, la ruta siguió por la carretera que va a Atlapexco, en donde pudimos apreciar los magníficos paisajes, montes, peñascañles, ríos; después la carretera que va de Atlapexco y entra a la Huasteca Veracruzana, hasta ahí los caminos en buen estado, lamentalblemente para llegar a Benito Juárez y a Colatlán hubo algunos inconvenientes por los baches.

Vista desde el camino que baja de Calnali


El camino que llega a Atlapexco