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miércoles, 24 de diciembre de 2008

Del rock a la palabra y de la palabra al son

Como siempre, los espectáculos populares del Cervantino tienen como recinto la explanada de la histórica Alhóndiga de Granaditas, en donde se dio este majestuoso concierto.
El pasado 22 de octubre, en el marco del 36 Festival Internacional Cervantino en Guanajuato, se presentó el concierto Del rock a la palabra y de la palabra al son ofrecido por Guillermo Velazquez y los Leones de la Sierra de Xichú, acompañados por el cantante y compositor de blues Guillermo Briseño y por Jaime López, uno de los más representativos rockeros de nuestro país, la fusión fue más que interesante, tres géneros musicales como el huapango, el blues y el rock supieron fusionarse para expresar su arte y más allá de ello atraer la conciencia social y política.

El huapango y el son arribeño son expresiones musicales propias de la zona de Río Verde, San Luís Potosí , la Sierra Gorda de Querétaro y de Xichú, Guanajuato, quizá una de tantas diferencias que establece con el huapango huasteco es el carácter de juglar que tiene el músico serrano, por medio de la rima y el verso improvisado, canta y expresa su sentir, hace reír a la concurrencia, denuncia la injusticia y es capaz de narrar sucesos.

Guillermo Velazquez es de estos juglares, su carrera con los Leones ha estado ligada arduamente a esta labor, a ello se suma la tarea contemporánea de defender las tradiciones propias de los campesinos de Xichú, quienes se enfrentan al desarraigo debido a la migración hacia las zonas urbanas del país o a los Estados Unidos de América.

Miles de personas esperaban desde horas antes del inicio del concierto en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas para escuchar esta muestra que en principio parecía singular y que al final demostró que los tres exponentes distintos (Leones, Briseño y López) tienen el mismo sustento social. Algo que resaltó de la propuesta del concierto fue el uso de recursos multimedia, mientras sonaban los huapangos, el escenario se ponía a tono con imágenes y animaciones.

Al inicio del concierto, Guillermo Velazquez expresó que a él lo influyen muchas cosas, tanto lo propio de su cultura xichuense, que el huapango, fundamental para él pero que no su único credo, lo influencia lo que es inherente al mexicano y a lo universal. Se puede ir así del rock a la palabra y de la palabra al son, porque en principio las intenciones de expresar el arte se juntan y así juntos pueden hacer la fiesta.

Así empieza la música, de inmediato suena el huapango arribeño con una letra que busca la reconciliación de que ante las penurias sociales, todavía nos queda alegría y así don Chabelo Ocampo, anciano bailador huapanguero, nos demuéstra que su sangre corre bien para bailar junto con María Isabel Flores, la vocalista del grupo. Dando juego a la alegría y a la tradición, Guillermo Velazquez canta una versada inspirada en el tradicional juego de la lotería mexicana.

Momentos después, Velazquez presentó con sus versos a Jaime López, quien con el piano interpretó una de sus más conocidas canciones "Corazón de cacto" para después unir su voz con la de Velazquez y la música de los Leones e interpretar, muy a su modo, "La Cecilia" o "La Sexilia" como la bautizara López, quien después interpretó el arreglo que ya años antes había hecho de "Soy soldado de levita".

Siguió el concerto con más de los Leones, jugando con los temas que a muchos mexicanos nos ocupan, la inseguridad, el narco, la pobreza o la parodia de lo que le puede suceder a una pareja en donde el varón se va de mojado y qué sucede cuando se reencuentran.

Es el momento de que Guillermo Briseño pise el escenario, interpreta uno de sus temas y más tarde da paso a la improvisación llegando a la conclusión de que hay que hacerle un blues a Marx, canta algunos versos en donde recuerda el dolor del país que recientemente había llorado el atentado en Morelia y también funde su canto con el de su tocayo Guillermo Velázquez.

Los espectadores no queremos que termine el concierto, es una noche encantadora en un Guanajuato cervantino, Velazquez y los músicos Javier Rodriguez en la vihuela, los violinistas José Inés Suarez y Joel Monroy, junto con Alejandro Montaño en el bajo eléctrico se echan una topada con la clase política, se presentan en pantalla videos en donde los personajes de la clase política expresan sus discursos de retórica gasta y el trovador les responde en verso el sentir popular.

El escenario da paso a las tradicionales "calacas" que siempre han interpretado en sus participaciones durante el FIC, así la vocalista María Isabel Flores, disfrazada de la muerte, le entrega a Guillermo Velazquez unos versos dedicados a personajes como Felipe Calderón, Elba Esther Gordillo, Andrés Manuel López Obrador, Cuauhtémoc Blanco entre otros.
Casi para terminar, es necesario echar una arenga de indignación, Velazquez muestra los argumentos a favor y responde con argumentos en contra de la privatización de la industria petrolera y con ello hace que la gente grite enérgica su rechazo a esto que es considerado un atraco a la nación.

Dejo a ustedes los videos de esta crónica y vale la pena recordar que del 29 de diciembre al 1 de enero es el Festival de Huapango Arribeño y de la Cultura de la Sierra Gorda en Xichú, Gto. que en esta ocasión hace un homenaje a la mujer serrana y contará con la participación de Paty Chávez de Tamaulipas, María Isabel Flores de Xichú y la jazzista Iraida Noriega, entre otras destacadas mujeres dedicadas a la música (pueden consultar el programa en www.hupango.com.mx).
















lunes, 15 de diciembre de 2008

El arte del pueblo en Tantoyuca


En pleno Xantolo y en cualquier otro momento Tantoyuca sabe recibir a los visitantes, en la plaza principal se dan cita muchos de los sabores y colores que definen al pueblo, para empezar, uno puede encontrar las típicas artesanías de palma y de cuero: toda clase de bolsas, cinturones, adornos, sombreros, portafolios, recuerdos, fundas de machete, entre otros productos diseñados con buen gusto, mismos que se venden a precios realmente bajos, pues se trata de venta directa del artesano.

En otro lado de la plaza podemos encontrar las máscaras propias de carnaval o de Xantolo, aunque cada vez son menos los que las hacen, es Pedro "la Perica" Rivera, un conocido artesano local de la Colonia Santa Fe, quien desde hace años no ha dejado de tallar madera para este fin, con lo que le da colorido e imaginación a las representaciones del Xantolo.

Mencion aparte merece don Arcadio Maqueda, talabartero quien 40 de sus 77 años los ha dedicado a estar en la plaza del pueblo en la labor de adornar el tradicional sombrero de palma hecho en Tantoyuca, el sombrero huasteco ribeteado, este sombrero es originario de este lugar y es indumentaria común de muchos de los indígenas de la Huasteca Veracruzana y en muchos casos de los tríos de huapangueros. Don arcadio también se dedica a hacer chaparreras, sillas de montar, cinturones, monturas, fustes, entre otros accesorios que usan los hombres de a caballo.

De los sabores de Tantoyuca nos encontramos con una plaza central que todavía expendía productos para la fiesta de Todos Santos, en ello abundan productos de la región, sobretodo cítricos como la mandarina y la lima, además de unos panes de esta época que son únicos.

Vale la pena acudir al restaurante de mariscos "El Calamar, en donde pudimos degustar, en un ambiente muy agradable, unas acamayas de río recien pescadas.

El Xantolo en Tantoyuca, Ver.
















Muestra del Xantolo a la usanza mas tradicional es lo visto en Coacuilco, municipio de Huejutla de Reyes, Hgo., pero el Xantolo es una importantísima tradición que aún se celebra en ciudades como en Tantoyuca, Ver., en donde la mayor parte de los habitantes se organiza para tener una digna fiesta. Todo comienza en las colonias y barrios del lugar, cada uno de ellos organiza una cuadrilla de danzantes, quince días antes de la fiesta todos ensayan y empiezan a confeccionar sus disfraces con telas y otros materiales elementales, pero lo principal son las máscaras, en algunas fotos podrán notar que son de madera tallada, aunque parezcan de hule. Cada cuadrilla tiene como comandante un personaje llamado el "Viejo", por ello también al Xantolo le llaman "Viejada", por eso y por una danza con raíces prehispánicas en donde hombres disfrazados de "huehues" o viejos abren el Xantolo; este capitan asume el compromiso de organizar la fiesta durante siete años consecutivos, lo cual se puede prolongar durante catorce años, el no cumplir con este compromiso representa una condena para el capitán.

Otros personajes que no pueden faltar en las cuadrillas son: La mujer embarazada, la cual representa la vida nueva; el Diablo, que representa el temor a lo desconocido; el Vaquero, que representa la fuerza, el trabajo y la Muerte, el final de la vida.

El 31 de octubre empiezan a aparecer en las calles todo tipo de personajes, algunos quieren espantar, otros son hombres vestidos de mujeres queriendo cautivar o enamorar, otros buscan hacer reir; todo se hace con el fin de encontrarse a las ánimas del purgatorio que por ahí andan penando y así mostrarles su alegría y confundirse con ellos. Todos bailan al son de un trío huasteco y en ocasiones con un tambor. Los siguientes días 1 y 2 de noviembre las cuadrillas siguen danzando por las calles de su propio barrio, finalmente todas las cuadrillas, de todos los barrios o colonias logran llegar a la plaza principal de Tantoyuca, lugar en donde se da lo que ellos llaman "el destape", que es al finalizar el 2 de noviembre, en donde cada quien se quita la máscara.

La muestra que les traemos en fotos y video inicia en el barrio Reforma con su respectiva cuadrilla, una de las más representativas de este Xantolo, acompañada por los integrantes del Trío Colonial (Tel. 0178931980).

lunes, 1 de diciembre de 2008

Las tradicionales ofrendas de la Huasteca Hidalguense


La noche del 1 de noviembre, el momento en que la tradición y las creencias indican la llegada de los fieles difuntos que murieron en la adultez, la gente de la Huasteca hace una velada de toda la noche en sus casas junto a las ofrendas que armaron desde la tarde del 31 de octubre, esa noche la ofrenda fue para los niños difuntos. Con las puertas abiertas de las casas la gente espera a las ánimas y a uno que otro visitante a quien amablemente le comparten algo de la ofrenda, al dar las 12:00 de la noche con el inicio del 2 de noviembre, la gente enciende todas las velas de la ofrenda, mismas que quedarán prendidas toda la noche y hasta el momento de levantar las ofrendas, lo cual sucederá el día 3 de noviembre, momento en el cual se hace la tradicional "Llorada del hueso", en donde se reunen las personas a comer lo que se colocó en la ofrenda.

Los elementos tradicionales de la ofrenda huasteca son:

-Alimentos, como tamales, frutas, panes y caramelos.
-Velas sobre candelabros de barro, algunas de ellas tienen un moño atado y otras una flor.
-Flores de cempaxúchitl en vasijas y también un gran arco hecho con palmas y tallos de la mata del plátano, en el caso de esta ofrenda había unas macetas con plantitas de maíz.
-Fotografías de los difuntos de la familia e imágenes de santos.

Las fotos corresponden a la gran ofrenda que la familia Güemes Sánchez ofrece a sus fieles difuntos en San Felipe Orizatlán, Hidalgo. Como siempre, abiertos y hospitalarios, nos permitieron entrar a su casa a apreciarla y compartirnos su tradición.