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lunes, 19 de febrero de 2007

Carnaval 2007

Gorilas del Carnaval de Ferrería de Apulco, Municipio de Metepec, Hgo. Foto de Aída Suárez.

Banda de viento que acompaña a la comparsa del barrio de La Esperanza en carnaval de Huayacocotla, Ver.

Carnaval de Estación Apulco, Hgo., se pueden apreciar grupos de gorilas, apaches y una mojiganga, la cual siempre se dedica al personaje del año, en este caso representa a López Obrador.

De la riqueza cultural de las Huastecas, en esta semana se celebra el carnaval, una fiesta popular que tiene un carácter lúdico, se celebra en muchos lugares de nuestro país y de toda América; el carnaval sobretodo tuvo su origen baja una influencia cristiana, representa el desfogue de animosidades festivas previo a los "días de guardar" que se inician a partir de Miércolés de Ceniza con la Cuaresma hasta Cemana Santa.

La Huasteca celebra con gusto su Carnaval, es la gran fiesta de muchos pueblos, en ella podemos encontrar danzas de rasgos indígenas, que representan la lucha entre el bien y el mal o entre indios mexicanos y conquistadores españoles. La música que acompaña la danza, suele ser de banda de viento, con un trío huasteco, con un simple violín o bien con flauta y tambor.

Este Domingo de Carnaval, mi pareja y yo, tuvimos el gusto de dar un recorrido por los carnavales de la zona serrana oriental de Hidalgo y Veracruz, aquí les traigo una muestra de los carnavales de Huayacocotla (Veracruz) y Estación Apulco, municipio de Metepec, Hidalgo.


Muchos de los disfraces de carnaval ahora son confeccionados con materiales modernos, mayormente se notan máscaras de hule y otros implementos prefabricados,en Huayacocotla como en muchos lugares la gente acostumbra ya no usar lo tradicional, sin embargo, en las personas de cierta edad todavía quedan rasgos de infenio y gusto por la madera y otros insumos naturales.
Danzante del carnaval de Estación Apulco


Venta de máscaras en Huayacocotla, destaca la venta de rostros de personajes de la política, además de algunos monstruos, figuras mitológicas o máscaras de luchador.

Por último les comparto unos videos del carnaval de Estación Apulco.


jueves, 15 de febrero de 2007

Las Conchitas


Don Heraclio Alvarado, viejo huapanguero (con todo aprecio por su experiencia y vida) del Trío Colatán, en el Festival de Amatlán 2006.

Un son huasteco muy grato al oído, con una música en la cual el violín alegra y seduce en cada estribillo, y además con una poética extrovertida su letra, es este de Las conchitas, como buena obra lírica el autor la dejó, con intención o sin ella, al dominio público, para que otros trovadores le añadan versos espontáneos. Espero pronto poder subir un videó que grabén en el Festival del Huapango en Amatlán, en donde don Heraclio Alvarado al violín interpreta este bello tema.

Las conchitas

Eres conchita del mar
eres conchita del mar
perla fina del oriente
perla fina del oriente
eres conchita del mar.

Conchita no seas así
Conchita si me desprecias
la vida daría por tí
la vida daría por tí.

Si Conchita me dijera
si Conchita me dijera
que la llevara a pasear
me la llevaría muy lejos
al otro lado del mar.

Te he de llevar a pasear
te he de llevar a pasear
hasta la tierra caliente
hasta la tierra caliente
te he de llevar a pasear

lunes, 12 de febrero de 2007

Trío Hidalver

Una muestra en video grabado en algún lugar de la Huasteca que fue publicada en Youtube por "payin05". Estos de huapangueros que se denominan Trío Hidalver nos interpretan el tema La Pasión, nótese el juego de las voces y una buena dosis de improvisación.

Mi dulce niña

Da gusto ver que los jóvenes se entusiasman con su cultura y así la preservan. Otra muestra de lo acontecido en el Concurso de Huapango 2006 en Jacala, Hgo. con este trío de jóvenes huapangueros llamdo Descendencia Hidalguense (los hermanos Uriel, José Rubicel y Ulises Martínez), con un popular tema, sazonado con el sonido de los huastecos.



(Gracias a "El mister" que publicó este video en Youtube)

jueves, 8 de febrero de 2007

La Huasteca chilanguense

EL D.F. ES LA DÉCIMA ENTIDAD FEDERATIVA QUE REIVINDICA LA INFLUENCIA DEL SON HUASTECO

(Artículo publicado en agosto de 2003 en la Sala de Prensa de CONACULTA: http://www.conaculta.gob.mx/saladeprensa/2003/29ago/huapango.htm)

Ángel Trejo


En los últimos tres lustros, la ciudad de México se ha convertido en una de las regiones del país con mayor presencia musical de son huasteco, razón por la que la comunidad huapanguera nacional ha empezado a denominarla huasteca chilanguense.

Lo anterior se sustenta por el alto número de migrantes provenientes de la Huasteca -Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas- que hacen posible la supervivencia de la tradición huapanguera en sus hijos, y en la numerosa concurrencia de tríos huastecos al Distrito Federal.

De acuerdo con el investigador Eduardo Bustos Valenzuela, quien la semana pasada organizó un Encuentro de Intérpretes de Son Huasteco en la Casa de Cultura de Tamaulipas en el DF, en la capital de la República hay alrededor de 80 tríos de son huasteco con presencia laboral y social permanentes.

Sin embargo el vicepresidente del Grupo Huasteco de Tamaulipas, A.C. en el D.F., Ezequiel Castillo Martínez, asegura que la cifra rebasa los 200 grupos, pues tan sólo los tríos tamaulipecos con asentamiento chilango llegan al medio centenar, no considerando los que eventualmente van y vienen a la capital.

El territorio huasteco en el Distrito Federal está integrado por foros de reunión permanente de soneros huastecos, como la Casa de Cultura de Tamaulipas, ubicada en Ernesto Pugibet 73, Centro Histórico, el salón La Cantera y el paradero de la estación Indios Verdes del Metro (La Villa).

También forman parte de la huasteca chilanguense el Jardín Hidalgo de Coyoacán, junto a la iglesia de San Bautista; el Taller de Son Huasteco de la Escuela Normal Superior (Azcapotzalco); la Casa de Música Popular (colonia Guerrero); y el Balcón Huasteco, restaurante en la calle Sor Juana Inés de la Cruz (Santa María la Ribera).

En estos lugares -así como en decenas de fondas, cantinas, loncherías y piqueras- el son huasteco es interpretado, compuesto, enseñado y bailado con regularidad, revelando una "pujanza que no se advierte en otros géneros musicales populares mexicanos", afirma el compositor Bustos Valenzuela.

Uno de los principales factores de la cada vez mayor concurrencia de huapangueros a la ciudad de México -además de la migración y el desempleo que afecta a la Huasteca- es el centralismo, pues la mayoría de los tríos se ven obligados a viajar a la capital para grabar y comercializar su música en empresas capitalinas.

Uno de los objetivos del I Encuentro de Intérpretes, celebrado en la Casa Tamaulipas, fue analizar los problemas laborales, técnicos y sociales del gremio, toda vez que sólo cuentan con algunas colaboraciones para la difusión de su música por parte de instituciones como el Conaculta.

El concepto huasteca chilanguense no tiene, por supuesto, sustento étnico ni geográfico, pero su base anecdótica es compartida cada vez más por la comunidad huapanguera y gana terreno como elemento descriptivo del 'boom' musical experimentado por el son huasteco de 1988 a la fecha.

La influencia del son huasteco no está delimitada hoy por la geografía y la cultura huastecas, cuyo territorio sólo abarca áreas de los Estados de Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas. La Huasteca es una región de temperatura cálida y húmeda, suelos llanos y bajos (mil metros de altitud máxima).

Está acotada por el golfo de México en el oriente y por la Sierra Madre Oriental en el poniente. La huasteca más extensa es la de Veracruz, porque abarca el territorio norte del Estado a partir del río Cazones y puerto de Tuxpan (la puerta de la huasteca), y topa con Tamaulipas teniendo como frontera los ríos Pánuco y Tamesí.

Le sigue en magnitud la huasteca Potosina, cuyo territorio representa casi la tercera parte de San Luis, partiendo de Tamazunchale y Xilitla en el sur y llegando a Tancahuitz y Ciudad del Maíz en el norte. Su centro es Ciudad Valles. Tamaulipas aporta el Valle de Llera y las grandes ciudades de Tampico, Madero y Altamira.

Hidalgo concurre con ocho municipios de su región norte, de la cual es cabecera cultural Huejutla de Reyes; Querétaro los ayuntamientos de Jalpan, Landa de Matamoros y Arroyo Seco; y Puebla, la huasteca más pequeña, sólo abarca a La Ceiba y Xicotepec, aunque este pueblo geográficamente pertenece a la Sierra Norte.

Acerca de Xicotepec hay un debate, con base en válidos pero parciales argumentos geográficos, étnicos y culturales, sobre si es o no huasteca, el cual puede extenderse a regiones y municipios de otros estados -Nuevo León, Guanajuato, México y el Distrito Federal- por la fuerte presencia de la tradición huapanguera.

En el contexto limitado de la cultura musical huasteca -presente en prácticamente toda la parte norte de la Sierra Madre Oriental desde que surgió el huapango- pudiera ser válido, aunque de manera anecdótica, el concepto huasteca chilanguense para caracterizar a los huapangueros del Distrito Federal.

Este criterio ha propiciado que en la comunidad huapanguera se hable, desde hace varios años, de huastecas neo-leonense, guanajuatense y mexiquense en reconocimiento al fervor musical de los huapangueros de General Terán (NL), San Luis de la Paz y Xichú (Gto.) y Tecámac (México), donde a partir del año 2000 se realizan festivales de huapango.

A partir de estos criterios, la chilanguense, sería la décima entidad huasteca de México.

De rodillas te pido

Y no es que nos invada la influencia de los grupos llamados "de la sierra", "de Durango" o el pasito duranguense, lo que pasa es que el buen huapango y el son huasteco se imponen, he aquí la muestra con un trío de chavos llamados "Descendencia hidalguense" que se presentaron en Jacala el año pasado en el Concurso de Huapango.

(Gracias a "El mister" que publicó este video en Youtube)

miércoles, 7 de febrero de 2007

La música de los huastecos


Raúl Guerrero Bustamante

De geografía mexicana,
la Huasteca es el rincón,
lleno de gran tradición,
de violín, quinta y jarana,
retratando en cada pieza,
alegrías, pasión, tristeza,
con tan expresivo canto,
que se advierte en falsete,
de quien con gusto interprete,
esta música del campo.

Eduardo Bustos Valenzuela

Ubicar la Huasteca en la geografía, es ubicar el corazón de México, está en la parte superior izquierda, late con alegría y suena con bellas canciones. Cada vez que visito algún lugar de la Huasteca, me doy cuenta de que es un lugar indivisible, que los huastecos están hechos de una misma madera, tienen lazos tan comunes, tienen tradiciones parecidas y tan ricas, son hospitalarios siempre saludan aunque no te conozcan, siempre te ofrecen algo de comer o de beber, pero sobretodo alegres, no importa si el huasteco nació en Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí o Querétaro.

Esta vez, se celebró en Tamaulipas el Festival de las Huastecas y sin negar el gusto por visitar aquellas tierras, me trasladé a Villa de González a presenciar tan bello esfuerzo y convivencia entre los pueblos, comprobé nuevamente que el huasteco es siempre festivo, no cabe la tristeza mientras suenen los sones, se baila y se vive un derroche de alegría difícil de exagerar. El significado de esa alegría carga con un legado cultural ancestral impresionante, el ser huasteco, es poseer una subnacionalidad auténtica y singular.

La mayor expresión de regocijo, es para los huastecos la música, sin ella no hay danza y no sale tan bien la poesía. La música de los huastecos se expresa en huapangos y sones, indudablemente en esta armonía hay influencia indígena, europea e incluso africana.

El baile en el tablado se asemeja a los bailes flamencos o bien podría proceder de una percusión africana, las instrumentaciones de cuerdas provienen del barroquismo europeo, el falsete, momento en que el cantador toma un timbre muy agudo en el canto, se asemeja a los cantos andaluces, además, en algunos cantos se pueden percibir rituales indo americanos. Pero el aderezo lo han dado durante siglos los huastecos generando la tradición que hoy celebramos.

Para bailar el huapango, los bailadores escuchan atentos la música, mientras suena la jarana y la quinta huapanguera, se pasean y arrastran sutilmente los pies, en cuanto el violín sueña, el ritmo de la música se incrementa y es ahí en donde suena la madera cuando los bailadores zapatean.

En el Noveno Festival de la Huasteca, estuvieron presentes músicos representativos de cada una de las Huastecas, artistas como: Los Gallitos del Bernal (Tamaulipas), el trío Juventud Huasteca (Hidalgo) Sierra Poblana, el singular conjunto de Fortunato y sus Cometas (Querétaro), el trío Corazón Huasteco (San Luis Potosí), Trío Huasteco Veracruzano, Soraima y sus Huastecos (Tamaulipas), Alba Huasteca (Tamaulipas), Trío Coyolape (Hidalgo), Joya Poblana, Los Jilgueros de la Yerbabuena (Querétaro), Los Pájaros del Alba (Veracruz), Son Jarocho, Los Gallitos Tamaulipecos (Tamaulipas), Trío Herencia Huasteca (Tamaulipas), Joya Poblana (Puebla), Los Micro sónicos (San Luis Potosí), Los Hermanos Balderas (Tamaulipas), además de que espontáneamente se sumaron destacados personajes como Ramón Chávez, jaranero de Tamaulipas característico por su picaresco canto y Elías Chessani, “Doctor Chessani”, versador de sones arribeños y valonas originario de Rio Verde, San Luís Potosí. Además de los aquí citados, muchos otros tríos y conjuntos se sumaron no sólo en el escenario, sino también en la plaza principal de la Villa de González en donde se cantó y se armaron las entretenidas topadas, que son trovos en los cuales los huapangueros, que con su habilidad para versar y su picaresca, se enfrascan en un duelo verbal que terminó hasta la madrugada.

Otro gratificante panorama, fue ver que la tradición del canto y el baile huasteco está asegurada, esto lo digo por el gusto de encontrarme con niños y jóvenes orgullosos de sus raíces, que desde pequeños han aprendido a tocar y a cantar. Voces dulces de niñas engalanaron el festival, se notó también la habilidad de los niños tocando los instrumentos. Justamente con motivo del festival hubo un encuentro de niños y jóvenes huapangueros, en donde participaron tríos como Sierra Huasteca (Querétaro), el trío Aguazarca Queretana, Las Primas Ortega (Tamaulipas), Los Huapangueritos (Tamaulipas) y Tierra Grande (Puebla),

La Villa de González, Tamaulipas es un lugar señorialmente huasteco, al llegar me deshice del prejuicio que siento a veces de los poblados ubicados en los estados fronterizos del país, que parecen estar más allá que para acá, que parecen estar más cerca de Estados Unidos que de nuestro país en cuanto a su cultura. La plaza principal tiene sabor típico, es ahí en donde se montó el escenario principal del festival, y es ahí en donde llegó la gente a disfrutar de las distintas actividades, tales como exposiciones, venta de artesanías, presentaciones de libros y discos, conferencias, danzas y por supuesto a degustar comida típica o a conocer de la medicina tradicional. Pero la cumbre de todo fueron las tres huapangueadas, que iniciaban a las 8 de la noche y terminaban en un momento indefinido de la mañana del día siguiente. Cada conjunto huasteco mostró en su música lo que tenía que mostrar y claro, parejas de todas las edades se subieron a la tarima para zapatear con singular alegría. No podré olvidar la conjunción de rostros de los bailadores, no cabía la menor duda que los gestos de las bailadoras fue de enorme belleza. No faltó la pareja que se enamoró en el tablado y esto no me lo contaron, un joven de repente saca a una guapa joven y empiezan a bailar, se cruzaron las miradas coordinando sus pasos y ya no se separaron.

Don Gilberto Ortega Raga, poeta y campesino

No se ha perdido de ningún Festival de la Huasteca, ha viajado a todos los lugares en los que éste se ha celebrado, desde el primero en Ciudad Valles, luego en Huejutla, cerca de su tierra en Tampico, Jalpan, Tuxpan, Xicotepec de Juárez, Tamazunchale y Atlapexco. Es el más popular versador y decimista de la región, con algunos años a cuestas, la esencia de su orgullo huasteco es la de cantar y bailar con su esposa los deliciosos sones. Emocionado Don Gilberto, tuvo la fortuna de que en esta ocasión, el Noveno Festival de la Huasteca se celebrara no solo en su estado, sino que también en su tierra, la Villa de González, Tamaulipas. Todo mundo decía en broma que “Don Beto” se había volado la barda al llevarse el festival hasta su casa y es ahí en donde nos invitó a desayunar un rico zacahuíl y una barbacoa. Don Gilberto Ortega Raga, con sus versos le canta a la tierra, a la vida, a la naturaleza, es quizá el que más bellos cantos le ha dedicado a su tierra, sin agotar ningún tema, en sus versos habla del imponente cerro del Bernal de Horcasitas, del mar, de la rica llanura tamaulipeca, de la belleza de sus paisanas y para trovar es necesaria esa habilidad verbal de hacer la rima con asonancias y disonancias que caracterizan la poesía popular de la Huasteca. Durante el Noveno Festival de la Huasteca, Don Beto tuvo a bien presentar su último libro, el tercero, se llama “Seguimos cantándole a la Huasteca”, publicado por el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) y el Programa Cultural de las Huastecas. Gilberto Ortega Raga es ahora no sólo el más reconocido de los versadores, es también el transmisor cultural que deja la gran herencia de la tradición de componer versos. Ahora son sus nietas las que siguen su camino, ya se presentan en escenarios y dan muestra de su dedicación a tocar instrumentos y cantar, don Gilberto no niega su orgullo.

Huasteca linda,

Cómo te podré olvidar,

si nací con tu querencia,

y nací con tu cantar.

Nicandro Castillo

(Artículo publicado en el periódico Síntesis de Hidalgo, suplemento Arte y Cultura, septiembre de 2004)

sábado, 3 de febrero de 2007

Rogaciano el huapanguero

Descriptores. Huapango, letras, Valeriano Trejo.

Muy pronto en este blog espero poder colocar algunos archivos multimedia en los que podremos escuchar la música de los huastecos y observar algunos videos.

Con mucho gusto les comparto o les hago recordar la letra de uno de los huapangos más bellos y representativos, no solo de este autor nacido en Calnali, Hidalgo en 1923 y fallecido en 1992.

Curiosamente la mayoria de los huapangos son alegres, festivos, pero este cuenta una tragedia, la muerte del huapanguero, de Rogaciano, que aunque la huasteca está de luto celebra la vida con una canción y la vida continua.

No debemos olvidar al máximo intérprete de este tema, el afamado y recientemente finado Miguel Aceves Mejía, quien con su falsete daba mayor vida a este huapango.

Rogaciano el huapanguero

La Huasteca está de luto
se murió su huapanguero;
ya no se oye aquel falsete
que es el alma del trovero.

Rogaciano se llamaba
Rogaciano el Huapanguero,
y eran sones de la sierra
las canciones del trovero.

La Azucena y la Cecilia
lloran ,lloran sin consuelo,
malagueña salerosa
ya se fue su pregonero.

El cañal está en su punto
hoy comienza la molienda
el trapiche está de duelo
y suspira en cada vuelta.

Por los verdes cafetales
más allá de aquel potrero
hay quien dice que de noche
se aparece el huapanguero

La Azucena y la Cecilia
lloran ,lloran sin consuelo,
malagueña salerosa
ya se fue su pregonero.

Valeriano Trejo
música y letra


Escuchar Rogaciano el huapanguero en una interpretación original tomada de la página oficial del autor.