En octubre pasado, se dio un encuentro de huapango convocado por los comerciantes del mercado Primero de Mayo de Pachuca, la respuesta fue más que impresionante, muchos tríos y algunas escuelas de ballet folclórico se sumaron desinteresadamente en aquella fría tarde a armar todo un fandango huasteco. Si hubiera habido una meta propuesta en cuanto a número de tríos participantes y horas de encuentro, no creo que hubiera sido tan ambiciosa como lo que la respuesta verdadera mostró, los huastecos de Hidalgo quieren su lugar en las plazas y hay un público que quiere escucharlos.
Los protagonistas fueron un buen número de tríos que debido la migración, desde diferentes lugares de Hidalgo, Puebla y Veracruz, se han asentado en Pachuca, principalmente en colonias como La Raza, Felipe Ángeles y Cubitos. Su presencia es inegable, siempre han estado organizados, siguen sus costumbres y tradiciones en sus colonias; en dichos lugares han hecho su Xantolo y Carnaval, hacen ofrendas de Día de Muertos, tienen sus fiestas caseras muy a su estilo; pero estos espacios, como esta importante plaza de Pachuca, no habían sido conquistados por ellos hasta aquella tarde.
La música sonaba y mi mirada por toda la plaza buscaba reacciones emotivas, el frío y la neblina eran de aquellos que en Pachuca empiezan a preconizar el invierno, de esos que preceden el tradicional Día de San Francisco, en la plaza se vendían con avidez los elotes, esquites y ponche caliente. En la tarima bailaba gente que había ido especialmente a este encuentro, bailadores que se buscaban para hacer pareja, gente de todas las edades que sobre el tablado armonizaban la música con su zapateado. Alrededor de la plaza se veían las bocanadas del alma de muchos pobladores de Pachuca que pasaban por ahí, boleros, vendedores ambulantes, choferes, policías, todo transeunte se animaba a mirar, escuchar y incluso mover un poco los pies, su alma huasteca brotaba de momento, quizá muchos de ellos nacieron en la Sierra o la Huasteca y recordaban otros momentos en que vivían en algún rancho, en la mera tradición y notaban lo cerca que estaba, por esas horas, la Huasteca y Pachuca.
Entre los tríos pudimos apreciar a Real Hidalguense, quienes en esos momentos presentaban su disco con el éxito "Ojala que llueva café", letra del dominicano Juan Luis Guerra, que bien recordamos con su grato estilo el grupo Café Tacuba le hizo un arreglo a manera de son huasteco y que este trío interpreta del mismo modo, para ello Casimiro Granillo toca la pieza con su violín y su jarana veracruzana.
Hicieron acto de presencia otros reconocidos tríos como Cantar Huasteco, uno de los más escuchados en Pachuca y conservadores de la tradición huasteca, grandes intérpretes de compositores como Valeriano Trejo y Nicandro Castillo.
Destacada como impresionante fue la presencia Los Pregoneritos Hidalgo, popular trío formado por Fernando Badillo y sus dos pequeñas hijas: Citlali y María Fernanda (ganadora del concurso de violín huasteco en San Joaquín Querétaro).
María Fernanda Badillo de Los Pregoneritos al violín
Un momento especial fue la participación de Alacrán Huasteco, trío cuyos integrantes son originarios de Huejutla pero hoy en día viven en el Distrito Federal, su violinista Román Hernández tocaba con soberbia de la buena cada pieza de son huasteco, al grado que el entusiasmo del friolento público había llegado a buena altura.
Llegó el momento en que Real Diamante tomó el escenario para que Tomy Jesús en la quinta huapanguera, su madre Aurea Ramírez en la Jarana y el padre de familia Nicolás Granillo en el violín deleitaran a la gente que en la tarima anexa no dejaba de zapatear.
Otros tríos que se sumaron fueron: Incomprarable de la Sierra (desde Huayacocotla, Ver.), Misión Hidalguense (originarios de Tlahuiltepa), Los Juniors (de Tlahuiltepa y Tepehuacán), Aventura Hidalguense, Los Trinos (desde Tulancingo), Vendaval (de San Bartolo Teotihuacán), Renacimiento Huasteco, Identidad Huasteca, Amistad Serrana, Flor Huasteca, Dinastía Hidalguense, Imperiales de la Sierra (de Tulancingo), entre otros. Además de los ballets flolclóricos Xochipitzáhuatl y Atotonili.
1 comentario:
A los Pregoneritos tuve la oportunidad de escucharlos en el centro de Huejutla, en un homenaje a nuestro difunto paisano Nicandro Castillo...
Verdaderos virtuos@s del violín y excelentes cantantes...
además de una original propuesta para el huapango...
Saludos!
Publicar un comentario